jueves, 12 de febrero de 2009

Mmm, Señor Colega.

Con tus rimas reviven,
Saltos en agua de delfines,
Y en mis deseos y mensajes con tinta sublime,
Que quizá inspiren a otro,
A quien, como cuan yo creí, y quise,
A dedicar pensamientos como Quevedo a mí.


Si de mar de flores en bellas praderas,
Si de aquel amor precioso como la primavera,
Quien me escriba de realidad y filosofía,
Lo galardono, lo beso y de regalo a mi Tía.


Que como tan inútiles palabras acordes,
Resumen como cristalina cascada,
La enredadera de espinas en mi mente,
O quizá otro relato de sueño inconciente,
¿Por qué no vaciles en un instante?
En volver poesía relatos de alma inerte,
Y simplemente4 de reflexión cambie mi suerte.


Conocidos muchos,
Compañeros pocos,
Amigos; hoja, tinta, musa y mente,
Mente suprema de larga vida
De enseñanza, historias y concejos,
Eres como para un bebe su mamila,
Como quien escribe verdades suicidas,
Como aquella pared sin heridas.

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